A veces no es fácil mantener una cocina reluciente, pero estos sencillos tips te garantizarán no solamente un ambiente saludable, si no un bienestar familiar.
1. Limpia tu lavaplatos y púlelo con harina
Acostumbra a limpiar todos los días tu fregadero, una vez que hayas terminado de lavar tus trastes. Conviene más lavarlo al final del día, para asegurarnos de la salubridad del área de lavad. Procura lavarlo con agua caliente y detergente, Salvo ha probado ser particularmente eficaz.
Después, espolvorea un poco de harina, y púlelo con un trapo, para que la superficie de tu fregadero evite rasguños y deterioro.
2. Limpia todas las partes extraíbles de tu refrigerador
La suciedad también puede acumularse con el paso del tiempo, generado por la cantidad de alimentos que se almacenan en el refrigerador. Procura sacar todas las rejillas, cajones y anaqueles que se puedan extraer, deja tu comida en recipientes con hielo, y procede a lavar estos elementos con tu detergente para platos favorito.
3. Para lavar el horno: Bicarbonato, agua y jabón
El bicarbonato tiene muchos usos, y es particularmente eficaz en este caso. En un recipiente, haz una mezcla de bicarbonato, jabón y agua, hasta que quede una pasta de una consistencia un poco densa. Lava tu horno, deja que repose por 15 minutos, y enjuaga con cuidado.
4. Desinfecta el piso con Cloro
Quizá estamos habituados a solamente limpiar con nuestro detergente, y dejar que seque. Pero lavar con Cloro, aunque no le dé un olor agradable, este desinfecta y mata bacterias que pueden estar en tu piso y superficies, dejando mucho más limpio los espacios. Intenta limpiar en todos lados, debajo o detrás de tu refrigerador, así que muévelo con cuidado.
5. Realiza una segunda limpieza con detergente para dejar un buen olor
Una vez hecho esto, ¡anímate a limpiar por una segunda vez con Pinol! Su olor característico finalmente te convencerá de que has limpiado más a fondo tu cocina, usando productos de excelente calidad.
